Es mayor la cantidad de mujeres despechadas que de varones, y efectivamente las mujeres despechadas hacen muchas cosas para sacar esa bronca de venganza por el abandono que han sufrido. Muchas mujeres, por ejemplo, lo que hacen es "reventar" la tarjeta de su pareja, dejándole los chicos sucios, llenándoles a los chicos la cabeza en contra de su padre, humillándolos con el jefe en el trabajo, es decir que es un estado de bronca enorme y un deseo de venganza obsesivo.
La mujer es más sensible al abandono que el varón porque esta se entrega más cuando están enamorados. Entonces la cicatriz y la herida que trae la mujer abandonada es muy profunda, y no se olvida con el correr del tiempo. Y ese deseo de venganza puede estar durante años, y toda la fuerza se concentra en un único objetivo que es: "quiero que sufras como yo estoy sufriendo por este abandono".
La persona que viene con un pasado abandónico, en donde la mamá o el papá la abandonaron, y se le suma un novio que también la deja, crea un cóctel explosivo, hay predisposición y esa bronca es mucho mayor.
El hombre despechado muchas veces pone toda esa angustia y ese deseo de venganza en el propio cuerpo, y aparecen los problemas sexuales. Y es más fácil de tratar porque apareció como un síntoma sexual que se puede resolver.
El dolor nos hace sentir débiles y humillados porque toca nuestra imagen social, toca la mirada del otro sobre nosotros. Hay muchas parejas que funcionan muy bien sin amor, y lo hacen en base a la amistad. Recordemos que hasta que uno no cierra un duelo, no puede comenzar una etapa nueva.
Bernardo Stamateas
bernardoresponde@gmail.com
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