Siempre quisimos conocer el futuro: lo que vendrá despierta intriga, incertidumbre, ansiedad y, en algunos, miedo a lo desconocido.
Queremos saber pero debemos aprender que el futuro se lo construye. cuando estás al control de tu vida y cada meta y sueño es diseñado por vos mismo, cuando tu convicción está puesta al servicio de tus proyectos, no necesitás que nadie te adivine el futuro.
Los deseos y la convicción de llegar a ver la meta cumplida necesitan que seas vos quien ponga en marcha nuevas actitudes y un cambio de pensamiento radical. La meta más grande que tiene una persona es poder tener confianza a sí misma, pero para ello, deberá primero poder cambiarse, comenzar a pensar bien de sí, romper con paradigmas y estructuras obsoletas, y que esté dispuesta a aprender, a mejorar, a superar todas las trabas autoimpuestas, a dignificarse y a aceptarse. Si tu decisión es cambiar tus paradigmas, determinará qué hábitos mentales están siempre merodeando tu mente. Te vas a convertir en lo que pienses la mayor parte del día.
Si los deseos no son alimentados tenderán a desaparecer. Tus palabras deben coincidir con tus deseos. Hablar de manera positiva te mantendrá con el nivel de entusiasmo y la energía para alcanzarlo.
Las palabras pueden traernos beneficios o pérdidas, inseguridad o confianza. Las palabras tienen poder. Poder de construir un vallado que proteja tu sueño y poder también para que lo que soñaste tanto tiempo se destruya con aquellas palabras de menosprecio que aceptes para tu vida.
Siempre una gran idea es rechazada por una mente pequeña. Un pionero es alguien que estaba en lo cierto mucho antes que otros... Sólo vos podés decidir quién sos. Y que de acuerdo a cómo te veas, así serás. Sólo escuchá tu propia voz, seguí tu instinto, confiá en tus sueños, creé en tus dones y talentos. La única manera de predecir tu futuro es creándolo.
Bernardo Stamateas
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